Una fórmula para tener éxito en la vida 1













JOSUE 1:7. “Solamente esfuérzate, y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella ni a derecha ni a izquierda, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendieres”.

Sé que el título de esta reflexión puede parecer muy subjetivo y que parece a una oferta más de las que encontramos en el mundo cristiano hoy. Pero lo que busco es llamar su atención frente a lo que Dios le dijo a Josué mientras se disponía para asumir el desafío de llevar e introducir al pueblo a la tierra prometida. Si observamos detenidamente lo que el versículo nos expresa, descubrimos que es una formula extraordinaria para poder alcanzar el propósito, el desafío y la meta que Josué se estaba trazando. Observe esto:

Esfuerzo + valentía + poner por obra  la ley de Dios + no apartarse de ella = a ser prosperado y todo lo que haga me salga bien. 

Ahora bien; pensar en formulas muchas veces es sinónimo de ser algo fácil, pero lo que observamos aquí no es tan fácil, porque toca con algo que debemos hacer. ¿Cuán dispuestos estamos a caminar por esta senda? Josué sabía que a menos que así lo hiciera, Dios estaría con él y lograría cumplir a cabalidad lo que tenía por delante. Veamos pues lo que significa cada uno de los elementos de la operación.

ESFUERZO. ¿Qué es el esfuerzo? El esfuerzo se considera una virtud del ánimo, relacionada con la fuerza o el empeño con que afrontamos una dificultad o nos proponemos alcanzar un objetivo. Es la acción de emplear gran fuerza física o moral para alcanzar un fin determinado. El primer peldaño que nos toca escalar si queremos alcanzar las metas de la vida es el ESFUERO. Hay gente que quiere todo en la vida pero no quieren esforzarse, quieren progreso sin mayor esfuerzo. Si queremos ver avances en nuestra vida debemos aprender a esforzarnos. ¿Y que decir si pensamos en la vida de fe? No queremos esforzarnos en buscar a Dios, en amarlo, en servirlo, en caminar con Él.

En ocasiones nos fijamos en los triunfos de los otros y los envidiamos, pero no pensamos en el precio que tuvo que pagar, el esfuerzo y empeño que tuvo poner para lograr lo que hoy se ve. ¿Por qué Dios le dijo a Josué que se esforzara? Porque Dios sabía que no iba ser tan fácil poseer la tierra. El Señor iría con ellos, pero eso no le quitaba la responsabilidad a Josué de esforzarse. Dios ha prometido estar contigo y conmigo, pero eso no nos quita la responsabilidad de que nos esforcemos. Mi desafío hoy es: imprímele esfuerzo a tu vida y Dios te bendecirá.

¡BENDICIONES!

Pr. Jhonny Montaño Solis

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