Las 5 Solas

















En medio de tanto modernismo teológico y liviandad religiosa, en donde las ideas puramente humanas han pretendido eclipsar u opacar el brillo sin igual de la única verdad de Dios, es muy importante rememorar aquellas macizas enseñanzas de creyentes de antaño que no vivían según la cultura o moda de la época, sino que siempre fue la escritura su única regla de fe y de conducta que les regía. “cinco solas” se le llamó a las cinco frases expresadas en latín en el tiempo de los reformadores y protestantes, y que resumían toda la teología y creencias basadas en la biblia, desprendiéndose así de la voz y doctrina oficial de la iglesia católica. Cada una de las “cinco solas” muestra el sometimiento absoluto a la revelación de Dios por medio de su Palabra y el rechazo irrestricto a las prácticas de las jerarquías eclesiásticas gobernantes de la época. Muchas sangre se derramó sobre estos pilares de las “cinco solas” y todo por el “pecado” de predicar la verdad y solo la verdad. 
La situación actual no difiere mucho de lo que fue la experiencia de hermanos fieles de antaño; la diferencia está en que hoy, el enemigo en lugar de perseguir, arrestar, torturar y quemar en la hoguera a los fieles cristianos, ahora los seduce en medio de lisonjas, influencias, cargos y títulos nobiliarios, en donde los falsos hermanos han sucumbido y se han doblegado ante el error a cambio de placeres y recompensas terrenales. Las “cinco solas” se basan única y exclusivamente en la Palabra de Dios La Biblia y sus postulados son los siguientes:

La primera es la “Sola scriptura”, es decir, “sólo por la escritura”. Según esta doctrina, la única palabra de dios que hay que seguir es la Biblia. Es un rechazo pleno a la interpretación que cualquier Iglesia (ortodoxa, católica, etc.) de la época realiza del texto sagrado. No ven la necesidad de la existencia de un intermediario entre Dios y la humanidad.
La segunda es la “Sola fide”, que significa “sólo por la fe”, y que viene a resumir la creencia de Martín Lutero de que la salvación divina sólo se consigue por la fe, no por las buenas obras y mucho menos por las falsas buenas obras. Entra dentro de la crítica que realizó el teólogo alemán sobre las indulgencias que concedía el papa, ya que, para él, esa potestad queda reservada a Dios.
La tercera frase es la “Sola gratia” y se entiende como “sólo por la gracia”. Apela a que la salvación del ser humano viene por la gracia divina, es decir, no depende de favores inmerecidos. Si alguien es un pecador, la limpieza de esos pecados no la otorga un cura, sino el propio poder divino.
La cuarta es la llamada “Solus Christus”, que hace referencia a que el único mediador entre la humanidad y Dios fue “sólo Cristo”. Según esta premisa, no se puede alcanzar la salvación por otra vía que no sea la de Cristo. Esto implica que no se venere a nadie más. No obstante, los luteranos sí que idolatran la memoria de la Virgen María y de otros santos ejemplares.
Por último está la “Soli Deo gloria”. En ella muestran que “la gloria es sólo para Dios”, ya que la salvación depende exclusivamente de él.

Con esta entrada iniciamos una serie de artículos acerca de las cinco “Solas” que resumieron la teología propulsada por el movimiento de la Reforma. Lo que comenzó con una simple protesta de parte de Martín Lutero, en contra de una serie de prácticas religiosas de parte de la iglesia de Roma, culminó siendo un movimiento transformador de la Iglesia y de toda la sociedad, que se expandió por los próximos 200 años hasta cruzar el océano y llegar a Norteamérica. Lutero clavó sus 95 tesis en la puerta de la catedral de Wittenberg el 31 de Octubre de 1517.
La queja principal de estas tesis era la venta de indulgencias, con las cuales se pagó una buena parte de la construcción de la Basílica de San Pedro. Sin embargo, esto inició todo un movimiento que culminó revisando no solo la venta de las indulgencias, sino también toda la teología que la iglesia de Roma practicaba y enseñaba.
Por años, los teólogos de la Reforma cuestionaron y cambiaron el entendimiento de la salvación del hombre que la iglesia católica abrazaba y toda la teología relacionada al plan de redención. Con el paso del tiempo, se hizo necesario resumir todo ese nuevo entendimiento teológico con tal de que otros pudieran visualizarlo de una manera sencilla, pero no simplista. Esto dio origen a estas cinco famosas frases:
• SOLA SCRIPTURA: La Palabra de Dios es la máxima autoridad en materia de fe y práctica. Por tanto, nada que contradiga la revelación de Dios puede regular la vida del creyente, (Gálatas 1:6-10 ; 2 Timoteo 3:16 ; 2 Pedro 1:3 ).

• SOLUS CHRISTUS: La salvación se encuentra solo en Cristo, excluyendo así todo otro camino para llegar a Dios (Hechos 4:12 ).

• SOLA GRATIA: La salvación es un don de Dios. Por tanto, es algo que el pecador recibe de forma inmerecida basada en los méritos de Cristo alcanzados durante su vida, muerte y resurrección (Efesios 2:8 ).

• SOLA FIDE: La salvación solo puede ser recibida cuando ponemos nuestra fe en Aquel que murió por nosotros, excluyendo la posibilidad de que nuestras obras puedan contribuir (Efesios 2:8-9 , Romanos 3:28 ).

• SOLI DEO GLORIA: El propósito de la salvación que recibimos es glorificar a Dios; poner de manifiesto las excelencias o virtudes de su carácter (Efesios 1:4-6 ; 1 Pedro 2:9 ).

Estas frases representan el corazón de la teología reformada, y resumen verdades no negociables del evangelio. La fortaleza de una iglesia depende de las verdades que la sustentan, y de ahí que toda iglesia bíblica necesite no solo abrazar estos principios, sino también proclamarlos de una manera que garantice que estos sean pasados a la próxima generación.

Lamentablemente, muchas iglesias han asumido estos principios y han dejado de proclamarlos con claridad y frecuencia. Con el tiempo, todo lo que es asumido va siendo olvidado poco a poco. Nuevas generaciones en los últimos 200 años desconocen parcial o completamente toda la historia detrás de esta teología, y poco a poco fueron desarrollando una teología liberal (a final del siglo XIX), o un pragmatismo ignorante de la centralidad de la gloria de Dios en el plan de redención (segunda mitad del siglo XX).

Algunos podrían preguntarse por qué hablar de este tema en esta ocasión… y creo que es una buena pregunta. No sé cuantos se han percatado de que hay un resurgimiento de las doctrinas de la gracia en nuestros días, aun dentro de iglesias que vienen de un trasfondo pentecostal. Por tanto, hablar de estos temas contribuye a fortalecer y a promover este nuevo mover en Latinoamérica.
Ciertamente, la iglesia primitiva no usó esta terminología para hablar de sus creencias; pero cada una de estas frases está arraigada en la revelación del Nuevo Testamento, que daba continuidad al pacto anterior. A lo largo de la historia, la Iglesia ha elaborado credos, declaraciones de fe y frases como las que aquí definimos, no como una forma de traer nueva revelación, sino buscando maneras de afirmar lo ya conocido, para evitar que las verdades fundamentales de nuestra fe sean olvidadas en el tiempo, o tratando de llamar a la Iglesia a sus raíces.
Oramos para que el mismo Dios que levantó a un Martín Lutero o a un Juan Calvino vuelva a hacer lo mismo en nuestros días, y que la transformación de la iglesia y de la sociedad vista en Europa y Estados Unidos en los años de 1500 – 1700 pueda ser vista en nuestra región. En la próxima entrada comenzaremos a revisar la primera de las Cinco Solas de la Reforma: Sola Scriptura.
Dios les bendiga.

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